Desperté sobresaltado porque mi sueño se me iba.
Salté de la cama y a toda velocidad intenté recordar para
así no dejarlo ir…
Pero se me desvaneció. No recordé más.
Así confundí el adiós de ayer con risas, ridículas, pero
llenas de amor y
No supe si lo que viví estuvo en mi sueño o si el que no
estés más aquí es real.
Me levanté de la cama, abrí las cortinas, raídas y olorosas
Como una vejez prematura que pronto saltaría también a mi
piel…
Vi que no había sol y caí en cuenta de que ya eran 2 días
iguales
¿Seguiría durmiendo?
Si la piedad es ilusoria o en el mejor de los casos,
ingenua,
Yo debí saberlo: el abrazo no sería devuelto y yo debí
saberlo.
La piedad es ilusoria y mis ruegos ingenuos, pues la brisa
fría me mostró
Que el sol no saldría más porque mis días son noches.
Vi que nunca desperté, porque nunca dormí
Y por lo tanto nunca
soñé, es real que ya no estás junto a mí.
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