viernes, 30 de mayo de 2014

Y hablé...

Hoy fue el inicio del final de una larguísima historia de silencio. Estoy contento por ello, porque al fin hablé, porque al fin respiré fuera, bajo el cielo, con oxígeno real... No sé cómo culminará todo, pero al menos sé que cuando el domingo, me acueste en mi cama a dormir, sé que seré yo, completito.


Del amor, la muerte y la resurrección de este-8

Cuando la tradición cristiana nos pone frente a frente a la posibilidad de la resurrección:

Finalmente oí el ruido donde sólo había vacío,
sólo tenía que haber vacío, la nada, pensé. Me asusté.
¿Reconoces cuando la ansiedad puede desbaratar tu corazón
y desmayarte sería la mejor opción antes que esperar lo que no sabes?
Llega un momento en que el dolor diario es lo que ansías y la posibilidad
por más pequeña que sea de perderlo, te asusta.
¿Es posible que mi dolor termine? No lo sé.
Lo que sé es que lo que creí muerto ahora se mueve,
ahora me mira. Y tengo tantas ganas de levantarlo.


Del amor, la muerte y la resurrección de este-7

Y abrí los tímpanos, los llevé hacia afuera
y oí cada minúsculo pliegue de mi piel, ¡júbilo vivo!,
cantando al recibirte... Pero no pude reconocer mi voz,
yo ya era otro.
Desde ese momento dejé de ser humano y hombre
y entré en el círculo de los que van por más.
Y solo sentía y solo sentí y supe que la teología no tiene verdad,
!el Cielo de Cristo no prometió, no conoce, Dios no conoce!
Yo sí.
Ahora sé que la gloria anhelada es infierno sin traición:
Eres fuego, primaria suciedad que me llena y me has dado todo.

miércoles, 28 de mayo de 2014

Del amor, la muerte y la resurrección de este- 6

Hoy, ayer, mañana, hasta algún día...


La luz brillará hermosa porque mis deseos la alimentan
No concibo horas sublimes, tan solo ruegos dirigidos al cielo
con una certeza tan vaga como mi aliento, pero llenos de amor.
Si tan solo mi cerebro dejara de dibujarte perfecto...
Si tan solo mi espalda dejara, por un momento de cargarte lento.
El misterio de mi sonrisa se explica sólo por la mano que me guía
en mi tristeza, hacia el devenir del reencuentro, el cual
algún día, se dará.

Del amor, la muerte y la resurrección de este-5

Hoy soñé que una especie de monstruo entraba a mi cuarto-casa; era como un vampiro, grande y oscuro que abría la puerta y se paraba mirándome. Yo no me podía mover, sabía que tenía que huir pero no alcanzaba a moverme. En un momento pensé que era mejor que me llevara y así ya todo terminaría... Al final, sólo desperté, busqué al amor que duerme imaginariamente conmigo y me miré hacia dentro:"Quizás fui yo", pensé.
Todo lo acumulado se podría estar convirtiendo de a pocos en un monstruo que quiere acabar conmigo, por haberme puesto a mí mismo en la situación en la que estoy.

Cómo dueles, cómo dueles.
No debo inventar nombres nuevos,
no tengo que buscar términos extraños
que nadie entienda para decírtelo.
Dueles, cómo me dueles.
No debo fijarme en medidas o estéticas literarias,
no importa lo que un crítico pueda pensar,
no hay compromiso con el arte, solo con el dolor.
Dueles, cómo dueles...
Pero para todo aquél que lea esto
quiero que tengan en claro que sé que me amas,
yo sé que aún me amas y,
si mi amor por ti es indefinible e incalculable,
¿puedes si quiera imaginar cómo duele cuando no estás? 

Del amor, la muerte y la resurrección de este- 4

Hoy es jueves 27 de mayo, son las 9.48 am, estoy en el trabajo. Hay que concentrarse duro, a veces, para lograr hacer lo que tienes que hacer y así no permitir que la angustia se adueñe nuevamente de ti.
Esto es como una lección de carácter y el tiempo tiene que ser tu amigo... El tiempo debe ser tu amigo.

Figuras heladas, jirones y tiempo.
Miro mi muñeca vacía, lo último también lo perdí.
Ahora, busco la ropa que sé dejaste, en acto misericordioso,
para que nunca me faltes al abrazar,
al sostener el aire que hoy eres...
Pero me arrepiento de no saber tejer.
Por eso no prenderé las luces.
La chispa de mi abyecto amor podría acabar con tu olor y lo necesito.
En las horas en que me alcanza la realidad,
ansío tus dedos blandiendo mi cuello o tu lengua abriendo mis venas, juguetonas que fueron y, así, no más vegetar.
Mi sustancia sólo vibra en el sin control de tu ilusión
-porque no estás-
y en las noches en que me alcanza la realidad,
sueño contigo otra vez.

martes, 27 de mayo de 2014

Del amor, la muerte y la resurrección de este- 3



Dejé a mi corazón en la puerta de donde pernoctas
para que así él sea un poquito feliz.
La vida sigue, aunque se sienta que no tenemos nada
no tú, no yo.
Por las noches tengo cama y techo pero no hogar,
en mi pecho hay algo que palpita pero no tengo corazón.

Del amor, la muerte y la resurección de este-2

Segundo poema de mi poemario personal...



A veces ni el aire me hace tanta falta como tú.
¿Qué elemento químico te brota de las entrañas que es más urgente?,
¿qué alquimia divina se fundió con el soplo al modelarte?
Y es que hoy no quiero respirar. Hoy me dejaré engatusar con tus ecos
casi nuevos y pretenderé que creo en el amor.
¿Es tu lengua el amor o es la serpiente temida de Adán?
¿Está tu lengua hablando de amor o lo que importa no es el sonido
con sentido sino la forma en que ésta se mueve dentro de algún
rincón de mi cuerpo?
Tiemblan mis manos y mi templo se torna azul.
Mis pulmones van secos y yo no voy a respirar.
Ya estás dentro de mí, tu cadencia es la que me hace vibrar.
Y es que ni el aire me hace tanta falta como tú.

Del amor, la muerte y la resurrección de este-1

Esta fue de mis primeras incursiones en mi "poesía". Estaba muy preocupado por el objeto de mi afecto y le quise dar un poco de ánimo a través de las palabras de mi amor.



Persianas indefinidas te esconden hoy de ti.
Tras la piel imaginada no muestras fortaleza, sencillo y quieto
besas los dedos del miedo, elevando hacia abajo la tela, su cero luz
que anhela tenerte, profundo, rendido.
Karma y Fortuna son gemelos heridos de realidad,
han llenado sus filas de adictos ofertando el mejor programa, premio o castigo...
Sé en dónde estás tú.
Agudiza el sentido con el que hablas al viento, su susurro es verdad.
Te digo, no hay techos negros sobre ti, no hay olor a mal acechando,
no temas más, tú eres vida.
Lava, pues, el origen y sigue andando.