miércoles, 28 de mayo de 2014

Del amor, la muerte y la resurrección de este-5

Hoy soñé que una especie de monstruo entraba a mi cuarto-casa; era como un vampiro, grande y oscuro que abría la puerta y se paraba mirándome. Yo no me podía mover, sabía que tenía que huir pero no alcanzaba a moverme. En un momento pensé que era mejor que me llevara y así ya todo terminaría... Al final, sólo desperté, busqué al amor que duerme imaginariamente conmigo y me miré hacia dentro:"Quizás fui yo", pensé.
Todo lo acumulado se podría estar convirtiendo de a pocos en un monstruo que quiere acabar conmigo, por haberme puesto a mí mismo en la situación en la que estoy.

Cómo dueles, cómo dueles.
No debo inventar nombres nuevos,
no tengo que buscar términos extraños
que nadie entienda para decírtelo.
Dueles, cómo me dueles.
No debo fijarme en medidas o estéticas literarias,
no importa lo que un crítico pueda pensar,
no hay compromiso con el arte, solo con el dolor.
Dueles, cómo dueles...
Pero para todo aquél que lea esto
quiero que tengan en claro que sé que me amas,
yo sé que aún me amas y,
si mi amor por ti es indefinible e incalculable,
¿puedes si quiera imaginar cómo duele cuando no estás? 

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