miércoles, 28 de mayo de 2014

Del amor, la muerte y la resurrección de este- 4

Hoy es jueves 27 de mayo, son las 9.48 am, estoy en el trabajo. Hay que concentrarse duro, a veces, para lograr hacer lo que tienes que hacer y así no permitir que la angustia se adueñe nuevamente de ti.
Esto es como una lección de carácter y el tiempo tiene que ser tu amigo... El tiempo debe ser tu amigo.

Figuras heladas, jirones y tiempo.
Miro mi muñeca vacía, lo último también lo perdí.
Ahora, busco la ropa que sé dejaste, en acto misericordioso,
para que nunca me faltes al abrazar,
al sostener el aire que hoy eres...
Pero me arrepiento de no saber tejer.
Por eso no prenderé las luces.
La chispa de mi abyecto amor podría acabar con tu olor y lo necesito.
En las horas en que me alcanza la realidad,
ansío tus dedos blandiendo mi cuello o tu lengua abriendo mis venas, juguetonas que fueron y, así, no más vegetar.
Mi sustancia sólo vibra en el sin control de tu ilusión
-porque no estás-
y en las noches en que me alcanza la realidad,
sueño contigo otra vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario