jueves, 5 de junio de 2014

Del amor, la muerte y la resurrección de este-12

Porque el amor dentro de mí se desborda y cae...

Porque eres tú, placer alado, que no me deja.
Mis ojos y oídos pelean entre sí por ser primeros en recibirte,
la sangre pierde el camino al corazón y se devuelve por el laberinto. Hoy caigo en cuenta y no sé de dónde mi sangre se creó,
no tiene inicio ni final, corre sin parar al centro del pecho y se limpia...
Porque eres tú, placer alado, que no me deja.
Mis ojos y oídos pelean entre sí por ser primeros en recibirte,
la sangre pierde el camino al corazón y se devuelve por el laberinto. Hoy caigo en cuenta de que tú amor es mi sangre.
No se de dónde se creó, no tiene inicio, siempre estuvo aquí esperando por ti y no tiene final.
Corre sin parar alimentando mi ser, llegando al centro del pecho y explota...
Eres tú, placer alado, que no me deja, no me deja.

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